miércoles, 24 de febrero de 2016

Una de eternidad



De alma vieja a alma vieja: A veces me pregunto si se nos fue el tiempo o lo aprovechamos mejor que nadie.

No sé si es bueno o malo.

Pero es.



Sigue siendo.

viernes, 19 de febrero de 2016

En la posición de salida














A veces me pregunto por qué empecé todo esto. Sigo sin encontrar la respuesta. Tal vez porque no la tenga, o puede que porque conocerla sea el objetivo al final del camino.

El caso es que si me paro a pensar en todo lo que he hecho estos últimos años desde que empecé el proyecto del agua no soy capaz de comprender la fe ciega, la huida hacia adelante, el no mirar más allá de los propios pies porque el vértigo era cada vez más fuerte y las soluciones cada vez difíciles.

Pero hoy estoy aquí, en la posición de salida, habiendo recorrido un camino indispensable, arriesgando demasiado... otra vez.

No recuerdo quién dijo que si un día te encuentras reunido con otras personas que escuchan lo que estás diciendo, y todos son más listos que tú en esa habitación, es que vas por buen camino.

Yo he llegado a eso.

Cada vez tengo más cerca aquel sueño del agua.

Hace tiempo que escribía esto mismo desde una habitación de mi casa, con la puerta cerrada y a oscuras para ahorrar luz y calefacción, estaba a punto de que me embargaran todo, priorizaba la conexión wifi porque era mi ventana al mundo, el ordenador porque era donde diseñaba los equipos, donde buscaba lo que era un inversor y qué debía ofrecerle para que me quisiera escuchar.

Hace unos meses estuve en Los Ángeles, presentando el proyecto en la incubdora de UCLA y de allí fui a Silicon Valley...

Mi gran sueño.

Este lunes inauguramos las nuevas oficinas.

Todos a mi alrededor son más listos que yo y debo ir acostumbrándome.

Sigo teniendo la sensación de que estoy en una posición de salida aunque distinta a la de hace años.

Sigo sintiendo el vértigo.

Sigo añorando cosas que para otros son su día a día.

Y sigo, sobre todo, preguntándome si todo esto ha valido la pena.

Y de momento sigo pensando que sí.

Que cambiaría muy pocas cosas de las que he dejado atrás.

Quizá escribir en el blog más a menudo. O las novelas que nunca acabé ni acabaré.

Ser aquel hombre que ella dejó de querer.

Poco más.

Me hubiera gustado llegar a este punto de partida más entero.

Pero bueno, ahora poco importa.

Es tiempo de empezar...

... de nuevo.