sábado, 25 de octubre de 2014

De cometas y asteroides

El otro día me topé con una frase que resume eso que tuvimos, pero con mucho más acierto y corazón de lo que yo nunca podré sacar de dentro de mi cuerpo.

"Lo nuestro fue tan fugaz que una estrella nos vio y pidió un deseo".

No me dio tiempo a cartografiar el mapa de tu cuerpo, ni a dejarte alguna frase que te recordara a mí cuando ya no estuviese. A decir verdad, a veces hasta dudo que hayamos existido tú y yo en el mismo tiempo y en la misma habitación, porque puede que tal vez eso que recuerdo sólo sea un deja vú que creó el deseo de haber compartido sábanas contigo

Pero si es cierto que pasó, y pudiera empezar de nuevo, volvería a cometer los mismos errores uno por uno, meticulosamente hasta encontrarte de nuevo... y a partir de ese instante lo haría todo igual también, hasta dejaría que te marcharas igual de rápido.

Creo que me he vuelto adicto a la luz que desprenden los cuerpos celestes cuando se deshacen contra lo invisible.



No hay comentarios: