jueves, 23 de octubre de 2014

Islandia



Sé que me voy a pasar la vida huyendo sin moverme de esta mesa, recorriendo con las yemas de los dedos campos y campos de teclas, que el horizonte va a ser siempre esta pantalla que nunca reflejará tus ojos cuando me leas. Te voy a echar de menos cuando viva.

Ambos sabemos que nos hubiera cambiado la vida si hubiera descolgado el teléfono a tiempo. No sé si para bien o para mal: lo desconocido no tiene fronteras.

Quizá en otra vida.

Ésta mejor nos la saltamos.

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