martes, 2 de septiembre de 2014

El Universo es una florescente roto en millones de pedazos que se resiste a apagarse del todo.



Pocas cosas que contar. El jueves tendré las cosas claras respecto a una de las patentes y estos días me quedo sin aliento ante la posibilidad de que esta certeza muera, de que tenga que empezar de nuevo y que ese empezar de nuevo sea otro más de una larga cadena de otros intentos que nunca se materializan. Por otro lado, he generado otras dos patentes más, y también fui previsor a la hora de no comprometer a nadie más allá de lo necesario. Intuía que las cosas acabarían así y, si de algo empiezo a estar convencido, es de que la intuición es más fuerte que la lógica convencional, mucho más que la necesidad de que las cosas sean como uno desea que sean.

Supongo que dentro de unos años, miraré hacia atrás y recordaré estos días como la etapa en la que cambié del todo, la etapa en la que arriesgué para ser lo que seré entonces. Y sé que me veré como alguien que quiso tener razón y que quiso mantener una independencia cuando todo indicaba que debía ser distinto. Y que me equivoqué y que acerté equivocándome. Y que fui terco. Y egoísta. E intransigente.

Y que la dignidad es lo único que te va a quedar cuando no te quede nada y que es lo único que podrás cambiar por comida cuando eso ocurra.

Yo he tenido suerte. Estoy teniendo suerte.

El universo, aun cuando se esté apagando lentamente, sigue teniendo espacio para todos. La vida es una gran oportunidad que merece aprovechar.

El otro día un amigo me decía que a veces se preguntaba si era buena idea traer hijos a este mundo. Y yo no dije nada, pero pensé que cada persona que nace tiene la oportunidad de mejorar el mundo. Y que cuantos más tengan ese objetivo, mejor será todo.

A veces pensamos que nosotros somos los responsables de dejarles un mundo mejor, y es cierto. Pero también lo somos de ayudar a que ellos sean capaces de mejorarlo.

Y sólo hay una forma. Educándolos por y para el amor. Y eso no se aprende en los libros de texto. Se aprende por contacto.

Supongo que es tan difícil...

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